Muchos conocedores consideran que Turandot es la última gran obra escrita para el género operístico. Si este es el caso, entonces este género terminó con una verdadera obra maestra.
El maravilloso “signore ascolta”
de Liu
Aunque esta pieza suena a Puccini, la melodía proviene de la cultura china. Toda la parte vocal está compuesta sólo con las cinco notas pentatónicas de las teclas negras del piano, pero acompañada de armonías occidentales. La melodía es sencilla pero muy efectiva, Puccini restringió deliberadamente el acompañamiento vocal.
Esta aria es un reto porque su brevedad requiere que el cantante transmita emoción en poco tiempo. La súplica, el amor y la modestia, junto con la esperanza, deben expresarse con el más bello legato. La desesperación y la ternura también deben brillar. Una tarea verdaderamente hercúlea.
Escuche la interpretación de Montserrat Caballé dirigida por Zubin Mehta. Un piano cantado con fuerza y un final celestial. Sus suaves piani son la contrapartida perfecta a la metálica y fría Turandot.
Signore ascolta – Caballé
En esta reggia – la gran entrada de Turandot
Turandot hace su aparición. Ella explica la razón del sangriento edicto. Un rey extranjero había matado a un antepasado de Turandot. Y ahora le corresponde a ella vengarse.
A mitad de la obra, el timbre cambia con la entrada de Turandot. Pocas veces la música ha caracterizado a un personaje de forma tan evidente como esta aria. Es una música que irradia frialdad, austeridad y, sin embargo, también melancolía, describiendo la frustración con rasgos casi psicopáticos. La música oscila hacia registros cada vez más altos y varias veces alcanza el si agudo, imitando por primera vez el grito que lanzó la princesa Lou-Ling.
Pasemos a una de las legendarias Turandas de la historia, Eva Turner.
“Lo que escuchamos es quizás la voz de soprano más brillante que se haya grabado en cualquier lugar. Es como si enormes masas de sonido fueran perseguidas bajo la más alta tensión a través de un tubo de embocadura bien ajustado: las notas altas brillan con una intensidad fría y reluciente”. (Kesting, Grandes Voces)
En esta regia – Turner
La gran aria “Nessun dorma”
Puccini se apartó muy pronto del estilo “verdiano” del aria de tenor. Aunque esta aria es gloriosa, es significativamente más corta y más implicada en la trama que la de su predecesora. Para Puccini, la fluidez dramática era siempre primordial. Las arias largas y repetitivas lo impiden.
Las cuerdas apagadas acompañan al príncipe, exudando un ambiente nocturno. Pero el príncipe está seguro de que conquistará a la princesa. Y escuchamos una de las grandes arias (típicas) de Puccini, que se convirtió en la pieza más famosa de Turandot, si no de la música de ópera, el do de pecho final dio la vuelta al mundo en 1990 con motivo del Mundial de Fútbol.
Nessun Dorma – Pavarotti/Mehta
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